José
Watanabe nació en Laredo (Perú) en 1946 y es considerado como uno de los
autores con una de las obras poéticas más bellas de toda la poesía de ese país.
A continuación vamos a proceder con el análisis del poema "El
lenguado" que se encuentra dentro de su poemario "Cosas del
cuerpo". Ahora bien dentro del análisis en cuestión vamos a proceder
primeramente a segmentar el texto, luego ver los campos figurativos así como
los interlocutores dentro del poema para finalmente analizar la cosmovisión del
poema que es lo que más nos interesa.
“El
lenguado”
Soy
lo gris
contra lo gris. Mi vida
depende
de copiar incansablemente
el color
de la arena,
pero ese
truco sutil
que me
permite comer y burlar enemigos
me ha
deformado. He perdido la simetría
de los
animales bellos, mis ojos
y mis
narices
han
virado hacia un mismo lado del rostro. Soy
un
pequeño monstruo invisible
tendido
siempre sobre el lecho del mar.
Las
breves anchovetas que pasan a mi lado
creen que
las devora
una
agitación de arena
y los grandes
depredadores me rozan si percibir
mi miedo.
El miedo circulará siempre en mi cuerpo
como otra
sangre. Mi cuerpo no es mucho. Soy
una
palada de órganos enterrados en la arena
y los
bordes imperceptibles de mi carne
no esta
muy lejos.
A veces
sueño que me expando
y ondulo
como una llanura, sereno y sin miedo, y más grande
que los
grandes. Yo soy entonces
toda la
arena, todo el vasto fondo marino.
Primero haremos una segmentación
textual, posteriormente revisaremos las figuras retóricas para ver la ideología
que recae en el poema, por ello analizaremos la dispositivo, luego la elocutio
para luego terminar con una reflexión final acerca del poema.
a)
Segmentación:
Ahora bien, el poema en cuestión
lo hemos dividido en tres segmentos bien establecidos:
·
Primer
segmento: Compuesto por los versos 1 al 12. Título: Deformación del lenguado.
En este apartado el locutor se afirma con un "Soy" despersonalizado.
Es así que se nos muestran una serie de características que atañen a este ser
pero, a su vez, la propia naturaleza de este ser actua en contra de él en
cuanto lo deforma hasta el punto de convertirlo en "un pequeño monstruo
invisible".
·
Segundo
segmento: Compuesto por los versos 13 al 21. Título: La relación del lenguado
frente a los "otros". En este apartado se nos muestran las
distintintas reacciones que adoptan aquellos seres que se encuentran en
relación con el lenguado. Asímismo esta manera de relación e interacción con el
lenguado varían en cuanto a que si estamos hablando de seres inferiores o
mayores que el lenguado. Sin embargo hay un punto en el cual todos coinciden:
El desconocimiento del lenguado.
·
Tercer
segmento: Compuesto por los versos 22 al 25. Título: Escape de la realidad.
Este apartado lo hemos titulado de esta manera debido a que dentro de estos
últimos versos se nos habla ya no de cosas tangibles que rodean al lenguado, es
decir, dentro de la propia realidad donde opera el lenguado; sino que se
recurre a la ensoñación, a un posible en donde el lenguado pueda cobrar mayor
entereza.
b)
Los campos figurativos.
Los campos figurativos que
plantea Arduini son seis: la metáfora, la metonimia, la sinécdoque, la repetición,
la antítesis y elipsis. Sin embargo, estos campos nos son desvíos de nombre
como lo consideraba la retórica reduccionista. No obstante, tiene importancia
parafrasear lo que menciona Arduini: “un campo figurativo es parte de un
universo figurativo de cierto grupo cultural amparado en su propio campo
retórico”. Es decir, que las figuras retóricas le sirven a una cultura (única)
para expresar su mundo. Ahora bien, nos centraremos en las figuras más
relevantes que encontramos en el poema. Es preponderante en el poema la
presencia de la metáfora básicamente. Ahora bien dentro de este campo
figurativo podemos encontrar la utilización del símil, la alegoría y la
metáfora propiamente.
En cuanto a la metáfora la
tenemos presente en los versos 11 y 12 “Soy
un pequeño monstruo invisible/ tendido siempre sobre el lecho del mar”. En
estos versos “monstruo invisible” se encuentra representando al propio lenguado
y “lecho del mar” representa el lugar donde se
encuentra el propio lenguado. En otras palabras representa la isotopía
marina que es un tema muy recurrente dentro de la poética de Watanabe.
Otra metáfora lo tenemos presente
en el verso 16 “los grandes depredadores”. Si tomamos al lenguado como una
alegoría propia del ser humano entonces podríamos decir que “los grandes
depredadores” estarían representando a toda aquella clase superior que mantiene
subyugado a nuestro lenguado.
Por otro lado también tenemos la
presencia del símil en los versos 17 y 18 “El miedo circulará siempre en mi
cuerpo/ como otra sangre”. En estos versos se compara el miedo con la
circulación de la sangre. Y esto podría convertirse a su vez en una metáfora en
cuanto miedo representa a sangre. La sangre circula por el cuerpo del ser
humano para proporcionarle vida, sin embargo en este caso lo que circula dentro
del cuerpo no es sangre sino el mismo miedo.
Otro símil lo tenemos en los
versos 22 y 23 “A veces sueño que me expando/ y ondulo como una llanura…” En
estos versos la expansión del lenguado mismo se compara con la inmensidad de una
llanura. En este punto hay el sentido de querer abarcarlo todo.
En cuanto a la presencia de la
alegoría observamos que esta se encuentra presente a partir del paratexto. Es
así que tenemos que el lenguado sería la alegoría propiamente del hombre y el
mar se configura como la alegoría de la sociedad moderna dentro del cual el
hombre trata de sobrevivir.
Otro campo figurativo es el de la
sinécdoque. Tenemos en los siguientes versos “He perdido la simetría/ de los
animales bellos, mis ojos/ y mis narices”. En estos versos encontramos la
sinécdoque en la relación parte-todo. En ese sentido “ojos” y “narices”
representan o son partes de un todo que es el ser humano mismo. Asimismo
también observamos cómo en estos versos el ser, representado por el lenguado,
va perdiendo sus propias facultades, en otras palabras lo que hay es una
despersonalización del ser.
Otra sinécdoque la encontramos en
los siguientes versos “Soy/ una palada de órganos enterrados en la arena”. En
estos versos otra vez tenemos presente la relación parte – todo, en donde “órganos”
se encuentra representando al ser humano.
Por último también se encuentra
presente el campo figurativo de la repetición. Tal es así que tenemos por
ejemplo la presencia del polisíndeton en los siguientes versos: “y ondulo como
una llanura, sereno y sin miedo, y más grande que los grande”. En estos versos
la presencia de las conjunciones refuerza la idea de movimiento que opera el
lenguado.
c)
Los
interlocutores en el poema
Dentro del poema en cuestión notamos la presencia
de un locutor personaje que se manifiesta regularmente, a lo largo de todo el
poema, por la presencia constante de los deícticos "Soy". Observamos
cómo el locutor va construyendo su identidad y su forma de ver el mundo a través
precisamente de estas marcas personales (soy, mi...). En cuanto al alocutario
podemos señalar que estamos ante un alocutario no representado. El poema lejos
de ser conversacional adquiere un tono mucho más reflexivo.
d)
Cosmovisión
En este poema que hemos analizado observamos que el
lenguado se configura como la alegoría del ser humano y el mar representa el
lugar donde el hombre se inserta, es decir la sociedad moderna.
Ahora bien en el poema observamos cómo este
lenguado se configura y nos habla a través de un “soy”, “soy lo gris contra lo
gris”. El color gris es un color opaco a la vista, no es ni blanco ni negro.
Además nos dice que este lenguado copia el color de la arena, es decir se
camufla dentro de la arena para no ser reconocido. Este mecanismo opera de dos
formas distintas ya que sirve tanto para atacar y defenderse de sus captures.
Pero aquí viene el gran tema del poema para nosotros: la pérdida de la
identidad. Es así que este mecanismo de ataque y defensa a la vez juega en
contra del propio ser en cuanto a que lo ha deformado. En ese sentido
observamos que el lenguado ha pasado tanto tiempo camuflándose que ha perdido
su identidad, está presente, sí, pero a la misma vez eso se transforma en un “no
estar”, en el poema se nos menciona que el lenguado se ha convertido “en un
pequeño monstruo invisible”.
Ahora bien en cuanto al hombre observamos que éste
se encuentra dentro de una sociedad que ya no lo reconoce puesto que su
identidad ha perdido su razón de ser. Es así que el hombre ya no vive dentro
del mundo sino tan solo sobrevive y opera desde lo oculto. El sujeto se ha
deformado y solo vive con miedo dentro de una sociedad que parece negarle
identidad. El miedo se configura como un elemento muy importante puesto que en
los tiempos en que solo se vive para sobrevivir este sentimiento aflora y
circula como sangre en nuestros cuerpos para “siempre”.
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