martes, 3 de diciembre de 2013

El Lenguado



José Watanabe nació en Laredo (Perú) en 1946 y es considerado como uno de los autores con una de las obras poéticas más bellas de toda la poesía de ese país. A continuación vamos a proceder con el análisis del poema "El lenguado" que se encuentra dentro de su poemario "Cosas del cuerpo". Ahora bien dentro del análisis en cuestión vamos a proceder primeramente a segmentar el texto, luego ver los campos figurativos así como los interlocutores dentro del poema para finalmente analizar la cosmovisión del poema que es lo que más nos interesa.
“El lenguado”
Soy
lo gris contra lo gris. Mi vida
depende de copiar incansablemente
el color de la arena,
pero ese truco sutil
que me permite comer y burlar enemigos
me ha deformado. He perdido la simetría
de los animales bellos, mis ojos
y mis narices
han virado hacia un mismo lado del rostro. Soy
un pequeño monstruo invisible
tendido siempre sobre el lecho del mar.
Las breves anchovetas que pasan a mi lado
creen que las devora
una agitación de arena
y los grandes depredadores me rozan si percibir
mi miedo. El miedo circulará siempre en mi cuerpo
como otra sangre. Mi cuerpo no es mucho. Soy
una palada de órganos enterrados en la arena
y los bordes imperceptibles de mi carne
no esta muy lejos.
A veces sueño que me expando
y ondulo como una llanura, sereno y sin miedo, y más grande
que los grandes. Yo soy entonces
toda la arena, todo el vasto fondo marino.
Primero haremos una segmentación textual, posteriormente revisaremos las figuras retóricas para ver la ideología que recae en el poema, por ello analizaremos la dispositivo, luego la elocutio para luego terminar con una reflexión final acerca del poema.
a)    Segmentación:
Ahora bien, el poema en cuestión lo hemos dividido en tres segmentos bien establecidos:
· Primer segmento: Compuesto por los versos 1 al 12. Título: Deformación del lenguado. En este apartado el locutor se afirma con un "Soy" despersonalizado. Es así que se nos muestran una serie de características que atañen a este ser pero, a su vez, la propia naturaleza de este ser actua en contra de él en cuanto lo deforma hasta el punto de convertirlo en "un pequeño monstruo invisible".
· Segundo segmento: Compuesto por los versos 13 al 21. Título: La relación del lenguado frente a los "otros". En este apartado se nos muestran las distintintas reacciones que adoptan aquellos seres que se encuentran en relación con el lenguado. Asímismo esta manera de relación e interacción con el lenguado varían en cuanto a que si estamos hablando de seres inferiores o mayores que el lenguado. Sin embargo hay un punto en el cual todos coinciden: El desconocimiento del lenguado.
· Tercer segmento: Compuesto por los versos 22 al 25. Título: Escape de la realidad. Este apartado lo hemos titulado de esta manera debido a que dentro de estos últimos versos se nos habla ya no de cosas tangibles que rodean al lenguado, es decir, dentro de la propia realidad donde opera el lenguado; sino que se recurre a la ensoñación, a un posible en donde el lenguado pueda cobrar mayor entereza.
b)      Los campos figurativos.
Los campos figurativos que plantea Arduini son seis: la metáfora, la metonimia, la sinécdoque, la repetición, la antítesis y elipsis. Sin embargo, estos campos nos son desvíos de nombre como lo consideraba la retórica reduccionista. No obstante, tiene importancia parafrasear lo que menciona Arduini: “un campo figurativo es parte de un universo figurativo de cierto grupo cultural amparado en su propio campo retórico”. Es decir, que las figuras retóricas le sirven a una cultura (única) para expresar su mundo. Ahora bien, nos centraremos en las figuras más relevantes que encontramos en el poema. Es preponderante en el poema la presencia de la metáfora básicamente. Ahora bien dentro de este campo figurativo podemos encontrar la utilización del símil, la alegoría y la metáfora propiamente.
En cuanto a la metáfora la tenemos presente en los versos  11 y 12 “Soy un pequeño monstruo invisible/ tendido siempre sobre el lecho del mar”. En estos versos “monstruo invisible” se encuentra representando al propio lenguado y “lecho del mar” representa el lugar donde se  encuentra el propio lenguado. En otras palabras representa la isotopía marina que es un tema muy recurrente dentro de la poética de Watanabe.
Otra metáfora lo tenemos presente en el verso 16 “los grandes depredadores”. Si tomamos al lenguado como una alegoría propia del ser humano entonces podríamos decir que “los grandes depredadores” estarían representando a toda aquella clase superior que mantiene subyugado a nuestro lenguado.
Por otro lado también tenemos la presencia del símil en los versos 17 y 18 “El miedo circulará siempre en mi cuerpo/ como otra sangre”. En estos versos se compara el miedo con la circulación de la sangre. Y esto podría convertirse a su vez en una metáfora en cuanto miedo representa a sangre. La sangre circula por el cuerpo del ser humano para proporcionarle vida, sin embargo en este caso lo que circula dentro del cuerpo no es sangre sino el mismo miedo.
Otro símil lo tenemos en los versos 22 y 23 “A veces sueño que me expando/ y ondulo como una llanura…” En estos versos la expansión del lenguado mismo se compara con la inmensidad de una llanura. En este punto hay el sentido de querer abarcarlo todo.
En cuanto a la presencia de la alegoría observamos que esta se encuentra presente a partir del paratexto. Es así que tenemos que el lenguado sería la alegoría propiamente del hombre y el mar se configura como la alegoría de la sociedad moderna dentro del cual el hombre trata de sobrevivir.
Otro campo figurativo es el de la sinécdoque. Tenemos en los siguientes versos “He perdido la simetría/ de los animales bellos, mis ojos/ y mis narices”. En estos versos encontramos la sinécdoque en la relación parte-todo. En ese sentido “ojos” y “narices” representan o son partes de un todo que es el ser humano mismo. Asimismo también observamos cómo en estos versos el ser, representado por el lenguado, va perdiendo sus propias facultades, en otras palabras lo que hay es una despersonalización del ser.
Otra sinécdoque la encontramos en los siguientes versos “Soy/ una palada de órganos enterrados en la arena”. En estos versos otra vez tenemos presente la relación parte – todo, en donde “órganos” se encuentra representando al ser humano.
Por último también se encuentra presente el campo figurativo de la repetición. Tal es así que tenemos por ejemplo la presencia del polisíndeton en los siguientes versos: “y ondulo como una llanura, sereno y sin miedo, y más grande que los grande”. En estos versos la presencia de las conjunciones refuerza la idea de movimiento que opera el lenguado.
c)      Los interlocutores en el poema
Dentro del poema en cuestión notamos la presencia de un locutor personaje que se manifiesta regularmente, a lo largo de todo el poema, por la presencia constante de los deícticos "Soy". Observamos cómo el locutor va construyendo su identidad y su forma de ver el mundo a través precisamente de estas marcas personales (soy, mi...). En cuanto al alocutario podemos señalar que estamos ante un alocutario no representado. El poema lejos de ser conversacional adquiere un tono mucho más reflexivo.
d)   Cosmovisión
En este poema que hemos analizado observamos que el lenguado se configura como la alegoría del ser humano y el mar representa el lugar donde el hombre se inserta, es decir la sociedad moderna.
Ahora bien en el poema observamos cómo este lenguado se configura y nos habla a través de un “soy”, “soy lo gris contra lo gris”. El color gris es un color opaco a la vista, no es ni blanco ni negro. Además nos dice que este lenguado copia el color de la arena, es decir se camufla dentro de la arena para no ser reconocido. Este mecanismo opera de dos formas distintas ya que sirve tanto para atacar y defenderse de sus captures. Pero aquí viene el gran tema del poema para nosotros: la pérdida de la identidad. Es así que este mecanismo de ataque y defensa a la vez juega en contra del propio ser en cuanto a que lo ha deformado. En ese sentido observamos que el lenguado ha pasado tanto tiempo camuflándose que ha perdido su identidad, está presente, sí, pero a la misma vez eso se transforma en un “no estar”, en el poema se nos menciona que el lenguado se ha convertido “en un pequeño monstruo invisible”.
Ahora bien en cuanto al hombre observamos que éste se encuentra dentro de una sociedad que ya no lo reconoce puesto que su identidad ha perdido su razón de ser. Es así que el hombre ya no vive dentro del mundo sino tan solo sobrevive y opera desde lo oculto. El sujeto se ha deformado y solo vive con miedo dentro de una sociedad que parece negarle identidad. El miedo se configura como un elemento muy importante puesto que en los tiempos en que solo se vive para sobrevivir este sentimiento aflora y circula como sangre en nuestros cuerpos para “siempre”.
 

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